Dicho programa fue comprado a una empresa israelí, mismo que tiene un costo superior a 10 millones de pesos.
Fue el exgobernador de César Duarte, quien realizó la compra para el combate a la delincuencia, pero ahora nadie sabe dónde está.
Dicha plataforma era utilizada para la intercepción de llamadas telefónicas y localización de personas por GPS, que sirvieron para desarticular bandas de secuestradores y extorsionadores. “Podías rastrear por Internet las conversaciones privadas e interceptarlas, los mensajes de Whatsapp, correos electrónicos, mensajes de texto, fotografías y documentos borrados en teléfonos móviles y equipos de cómputo”, se aseguró.