La fémina, que pesa 31 kilos, informó al tribunal que no le apetece ingerir alimentos ni agua, sino que desea iniciar con cuidados paliativos.
Aunque el estado se opuso a su petición y la fiscalía aseguró que no tiene la capacidad de decidir, debido a su depresión crónica, el juez consideró válidos los argumentos de la chica.
Por su parte, el abogado comunicó que los huesos de su cliente tienen la densidad equivalente a una persona de 92 años, por lo que si la inmovilizan correría riesgo de sufrir lesiones. No obstante, el estado no ha informado si apelará dicha sentencia.